Contiene lactosas, triterpenos, esteroides, ácidos fenólicos, polisacáridos y sales
minerales, entre otros.
Desintoxica y depura el organismo. La raíz del diente de león es conocida porque
previene las hemorragias de hígado, pero también mejora la pureza de la sangre y el
flujo de bilis, el cual es regulado por el hígado y juega un papel importante.
Es colagogo y colerético, aumenta la producción de bilis.
Actúa como diurético. También tiene efectos laxantes; en contacto con el agua, el
mucílago se vuelve viscoso y voluminoso, lo cual provoca un peristaltismo intestinal.
Finalmente, el Diente de León estimula el apetito al estimular las papilas gustativas,
aumentando la producción de jugos gástricos.
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